domingo, 4 de mayo de 2014

BONUS TRACK III




Incluso a pesar de no entender lo que estaba sucediendo,
He tenido experiencias de iluminación usando drogas alucinógenas.  Sé que el LSD es falso, pero ¿qué hay de verdad, si es que hay algo, en los hongos?

La pregunta es de Reese Guth.
El LSD no es falso, es tan real como cualquier otra cosa. Pero la experiencia que crea es un falso samadhi. Recuerda la distinción que estoy haciendo: el LSD no es falso, pero la ex­periencia que se crea bajo el efecto del LSD es una experien­cia falsa.

Has dicho: «He tenido experiencias de iluminación...».

No eran experiencias de iluminación. Quizás hayan sido experiencias de luz, pero no de iluminación, flashes; pero tú no te iluminas con esas experiencias, no te conviertes en un buda; al contrario, son desastrosas para ti. El LSD cambia la química de tu cuerpo, igual que los hongos. No te cambia a ti, cambia tu cuerpo, igual que el alimento, el aire, el clima, la luna, la luna llena; todo ello cambia tu cuerpo, pero tú no cambias por ello. Todos esos cambios suceden en el cuerpo, son cambios químicos; no alquímicos, sólo químicos. ¿Qué es un cambio alquímico? Cuando tu consciencia cambia. Y la consciencia no puede ser cambiada por nada que venga de fuera.
La consciencia no puede cambiarse con el alimento, comer este alimento o aquél. La consciencia no puede cambiarse no comiendo, o ayunando. Recuerda, no hay mucha diferencia entre la gente que toma LSD y la gente que hace un largo ayuno, ¡ninguna diferencia! Ambos están tratando de cambiar la química del cuerpo. Los que toman hongos y otras drogas no están haciendo nada diferente de los que hacen ejercicios de yoga, porque de ambas formas están cambiando el cuerpo, El cambio no está sucediendo en la consciencia. La consciencia está más allá de todas las químicas.
Si ayunas lo suficiente, naturalmente la química de tu cuerpo no puede seguir siendo la misma. Algunas cosas desaparecen de la química de tu cuerpo y otras se acumulan demasiado. La combinación de elementos químicos en tu cuerpo cambia.
Después de un mes de largo ayuno sentirás cosas hermosas, pero esas cosas hermosas se producen por el cambio químico. Cuando empieces a comer, desaparecerán. Si practicas determinadas posturas de yoga ininterrumpidamente, durante años, haciendo presión en la estructura de tu cuerpo en ciertos puntos, ciertos puntos importantes, trabajando los meridianos de tu cuerpo y ciertas articulaciones; la química de tu cuerpo cambiará. Respirar de determinada manera durante años cambiará la estructura de tu cuerpo, porque el equilibrio del oxígeno y del dióxido de carbono cambiará con tu respiración.
¿Te has dado cuenta de que cuando estás enfadado respiras de un modo diferente? ¿Por qué? Ese modo diferente de respirar libera algunos elementos químicos de tu cuerpo que te ayudan a estar enfadado. Si no respiras de un modo diferente serás incapaz de enfadarte. lnténtalo: respira de la forma budista y no podrás enfadarte, porque el modo budista no deja que los elementos químicos de tu cuerpo que hacen falta para el enfado se liberen.
¿Tienes miedo? Respiras de un modo distinto. Hacen falta elementos químicos diferentes, porque un hombre que está asustado necesita escapar rápido, tan rápido como pueda. Necesita volar, hacen falta algunos elementos químicos para que pueda huir rápido. Cuando estás inmerso en una pasión sexual la respiración cambia. Continúa respirando normalmente y no serás capaz de alcanzar el orgasmo. Para que el orgasmo se desencadene se necesita un determinado tipo de respiración.
Pero esos cambios son físicos; no van a afectar a tu consciencia. Ésta es testigo de todos los cambios. Trata de entenderlo.
Tienes hambre, te sientes hambriento: el cuerpo tiene hambre, la consciencia observa el hecho de que el cuerpo tiene hambre. La consciencia nunca tiene hambre, no puede experimentar el hambre; no tiene estómago. Sólo puede ser un testigo. La consciencia no es otra cosa que observar. Recuerda esta fórmula: la consciencia es atestiguar. ¿Tienes hambre? La consciencia refleja el hambre. Es como un espejo que dice: «El cuerpo tiene hambre». Cuando has comido y tu cuerpo está satisfecho la consciencia dice: «El cuerpo está satisfecho». La consciencia no tenía hambre ni tampoco está satisfecha. En ambos casos estaba sólo atestiguando: hambre/satisfacción, pasión sexual/satisfacción sexual, rabia/liberación de la rabia.
Tomar LSD o cualquier otra droga son experiencias luminosas. La consciencia está simplemente esperando y observando. Simplemente dice: «Mira, están ocurriendo cosas hermosas», pero no le están sucediendo a la consciencia.
¡El crecimiento espiritual es el crecimiento de este observar! No tiene nada que ver con experiencias específicas. El crecimiento espiritual no es una búsqueda de experiencias insólitas. La espiritualidad no tiene nada que ver con este tipo de experiencias. De hecho decir que cualquier experiencia es "una experiencia espiritual" es absolutamente equivocado, porque no todas las experiencias son espirituales. Quien experimenta es el espíritu. El testigo es el único fenómeno espiritual. El punto realmente espiritual es cuando no hay experiencias, y el que experimenta se queda solo, completamente solo, cuando todas las experiencias han desaparecido -el hambre, la saciedad, la liberación, el amor, el odio, el despertar de la kundalini, los chacras que se abren, flores de loto que se abren en ti, luces descendiendo sobre ti, escuchas una música celestial, sientes una espaciosidad, sientes alegría, sientes dicha-. No hay un objeto a experimentar, sino que ahí sólo se encuentra este testigo, observando silenciosamente la nada. Entonces has llegado. Esto es samadhi. Atestiguar la nada es samadhi. Esto es lo que el Buda llama nirvana, la nada, el vacío.
Tu pregunta está llena de sentido. Y no sólo se refiere a la experiencia psicodélica, sino a todo tipo de experiencias. Las experiencias como tales no son espirituales. Cuando todas las experiencias se han ido y no sientes nada en absoluto, y tampoco te has quedado dormido... Durante el sueño también estas experiencias desaparecen. Durante el sueño profundo, lo que Patanjali llama sushupti, en donde no hay sueños, todas las ex­periencias desaparecen, y el que experimenta también desaparece. Patanjali dice que sushupti y samadhi son similares y a la vez muy diferentes, diametralmente opuestos. ¿Cuál es su similitud? Que en ambos no hay experiencias. ¿Y cuál es la diferencia? En sushupti, en el sueño profundo, el que experimenta tampoco está. En samadhi las experiencias se han ido pero el que experimenta está sentado en silencio observando la nada, atestiguando la nada. ¡Eso es iluminación! Las experiencias pueden ser luminosas, hermosas, te pueden dar una gran alegría, pero aún no son iluminación.
Ésta ocurre cuando está ahí la luz pero cae sobre la nada. La luz llena la nada, no se ve ningún objeto en esa luz; eso es liberación. Ser liberado de las experiencias es liberarse del mundo. "El mundo" significa todo tipo de experiencias, lo que los chinos llaman "las diez mil experiencias"; en eso consiste el mundo.

Dices: A pesar de no entender lo que estaba sucediendo, he tenido experiencias de iluminación usando drogas alucinógenas. Sé que el LSD es falso, pero ¿qué hay de verdad, si es que hay algo, en los hongos?

La verdad es que te pueden dar viajes hermosos, y también viajes desagradables. Te pueden ofrecer sueños dorados y también pesadillas. Todo depende de ti.
La droga sólo desencadena un proceso. Sea cual sea el sueño que esté listo a explotar en ti, explotará, por eso ha habido informes de experiencias contradictorias.
Aldous Huxley cuenta que experimentó el cielo, y Karl Rahner dice que estuvo en el infierno. Ahora bien, Rahner está en contra de las drogas y Huxley totalmente a favor. Si estás a favor de las drogas, tu mismo prejuicio te ayudará a crear experiencias hermosas. Estarás esperando a que suceda algo bonito, tu creencia creará la magia. Si estás en contra desde el principio, sospechando, dudando, asustado, y ya sabes que vas a tener una experiencia infernal, la tendrás.
Un antiguo dicho sufí dice: el infierno está reservado para aquellos que creen en él. Y el cielo está también preservado para aquellos que creen en él. Pero todo es una invención. No hay infierno, no hay cielo; tú creas tu infierno, tú creas tu cielo. Si estás de un humor negativo y tomas LSD tendrás pesadillas. Si estás de un humor positivo, fluyendo, amoroso, la droga te llevará al paraíso.
Los consumidores de drogas más antiguos han estado en la India. La India sabe más de drogas que cualquier otro país. Durante diez mil años por lo menos, el noventa y nueve por cien de los sannyasins indios han estado tomando drogas, desde el Rig- Veda hasta hoy, desde el soma hasta el LSD. La India sabe mucho. Ha creado tecnologías, técnicas y metodologías sobre cómo tomar una droga. El viaje de una droga debe ser muy dirigido; necesita un guía, que cree la atmósf­ra, la idea. Poco a poco te va hipnotizando sobre lo que te está ocurriendo. Y bajo el efecto de las drogas la persona se vuelve muy sugestionable, absolutamente sugestionable; se pierde toda la razón. La facultad de soñar empieza a funcionar, la imaginación se desata. Ahora la imaginación puede hacer ambas cosas: crear el infierno o el cielo. Necesitas un guía. El guía poco a poco te conduce hacia el cielo, hacia experiencias celestiales. Crea un hermoso sueño, un sueño poético a tu alrededor, y tú estás en un estado sugestionable, eres simplemente una víctima.
Pero guiado o sin guiar, cualquier experiencia con drogas o con el ayuno es falsa. Se trata de una experiencia falsa.
El samadhi se da cuando el testigo se ha quedado solo, observando la nada. Esa es la verdadera experiencia espiritual, si quieres llamarla así, pero en realidad no es una experiencia, porque en la experiencia necesitas tres cosas: el que experimenta, lo experimentado y la experiencia. No quedan tres cosas en absoluto. Sólo hay un solo testigo, atestiguando la nada total, shunya, la vaciedad. Esa es la verdadera experiencia.
La verdadera experiencia es una "no experiencia". Y sólo cuando alcanzas una no-experiencia, puedes creer que estás viviendo algo iluminador. De otra forma las experiencias luminosas vienen y van, destellos de la mente, productos del sueño.
¿Puede el LSD ser utilizado como una ayuda en la meditación?

El LSD puede ser utilizado como una ayuda, pero la ayuda es muy peligrosa. No es tan fácil. Si empleas un mantra, incluso eso se convertirá en algo de lo que será difícil desembarazarse, pero si empleadas ácido, LSD, será incluso más difícil desembarazarse de él.
En el instante en que estás viajando en LSD, no posees el control. Tú química toma el control y tú no eres el amo, y una vez no eres el amo es difícil recuperar esa posición. Si la química ahora no es la esclava; tú eres el esclavo. Ahora no será tu elección el cómo controlar. Una vez ingieres LSD como ayuda, estás haciendo del amo un esclavo y toda la química corporal será afectada.
Tu cuerpo empezará a anhelar el LSD. Ahora esta ansia no será sólo de la mente, como ocurre cuando te apegas a un mantra. Cuando empleas el ácido como una ayuda, el ansia se convierte en parte del cuerpo; el LSD penetra hasta las mismas células del cuerpo. Las cambia. Tú estructura química interna se vuelve diferente. Entonces todas las células del cuerpo empiezan a ansiar ácido y será difícil abandonarlo.
El LSD puede ser utilizado para llevarte hasta la meditación solamente si tu cuerpo ha sido preparado para esto. De modo que si tú preguntas si puede ser utilizado en Occidente, te diré que en absoluto es para Occidente. Solamente puede ser utilizado en Oriente, si el cuerpo ha sido totalmente preparado para eso. El Yoga lo ha usado, el Tantra lo ha usado, existen escuelas de Tantra y de Yoga que han empleado el LSD como ayuda, pero en ese caso preparan antes tu cuerpo. Hay un largo proceso de purificación del cuerpo. Tu cuerpo se vuelve tan puro y tú te vuelves un Maestro tan grande que incluso la química no puede convertirse entonces en tu maestro. Así pues, el Yoga lo permite, pero de un modo muy específico.
Primero tu cuerpo ha de ser químicamente purificado. Entonces poseerás tal control del cuerpo que incluso tu química corporal podrá ser controlada. Por ejemplo, existen unos determinados ejercicio yóguicos: si ingieres un veneno, mediante un determinado ejercicio yóguico puedes ordenar a tu sangre que no se mezcle con él y el veneno pasará a través del cuerpo y saldrá por la orina sin haberse mezclado para nada con la sangre. Si tú puedes hacer esto, si puedes controlar tu química corporal, entonces puedes emplear cualquier cosa porque te has vuelto el amo.
En el Tantra, particularmente en el Tantra "de izquierdas", emplean el alcohol como ayuda para la meditación. Parece absurdo; no lo es. El buscador ingiere alcohol en una determinada cantidad; entonces intenta mantenerse alerta. No ha de perder la consciencia. Poco a poco la cantidad de alcohol va siendo aumentada, pero la consciencia ha de permanecer alerta. La persona ha ingerido alcohol; éste ha sido absorbido por el cuerpo, pero la mente permanece por encima; no se pierde la consciencia. Entonces la cantidad de alcohol va siendo aumentada más y más. Mediante esta práctica llega un punto en el que se te puede suministrar cualquier cantidad de alcohol y la mente sigue estando alerta. Solamente entonces puede el LSD ser de ayuda.
En Occidente no existen prácticas para purificar el cuerpo o para incrementar la consciencia mediante cambios en la química corporal. El ácido es ingerido en Occidente sin ninguna preparación. Esto no va a ser de ayuda. Más bien, al contrario, puede destruir toda la mente.
Existen muchos problemas. Una vez estás en un viaje de LSD, tienes un destello de algo que nunca has conocido, de algo que nunca has sentido. Si empiezas a practicar, la meditación es un largo proceso, pero el LSD no es un proceso. Lo ingieres y se acabó el proceso. Entonces el cuerpo empieza a trabajar. La meditación es un largo proceso; has de practicarla durante años, solamente entonces llegarán los resultados. Y cuando tú has experimentado un atajo, te será difícil seguir un largo proceso. La gente ansiará volver al uso de las drogas. Por esto es difícil meditar una vez que has obtenido un destello mediante la química. El emprender un proceso que será largo, será difícil. La meditación necesita más stamina, más confianza, más espera, y será difícil porque ahora tú puedes comparar.
En segundo lugar, cualquier método es malo si tú no puedes controlar todo el tiempo. Cuando estás meditando tú puedes parar en cualquier momento. Si quieres dejarlo, puedes parar ahora mismo, puedes salir de ello. Tú no puedes detener un viaje de LSD. Una vez has ingerido el LSD has de completar el círculo. Entonces tú no eres el amo.
Todo lo que haga de ti un esclavo, en último término, no te va a ayudar espiritualmente, porque la espiritualidad significa básicamente ser el amo de uno mismo. De modo que no sugeriría atajos. No estoy en contra del LSD, puede que a veces éste a su favor, pero entonces será necesario un largo proceso preliminar. Entonces tú serás el amo. Pero entonces el LSD no será un atajo. Será más largo incluso que la meditación. El Hatha Yoga emplea años para preparar un cuerpo. Veinte años, veinticinco años, entonces un cuerpo está preparado; ahora puedes emplear cualquier ayuda química y no será destructiva para tu ser. Pero entonces el proceso es mucho más largo.
De esta manera sí puede emplearse el LSD; entonces estoy a favor de su uso. Si estás preparado para invertir veinte años en la preparación del cuerpo para poder ingerir LSD, entonces no es destructivo. Pero lo mismo puede hacerse con dos años de meditación. Debido a que el cuerpo es más burdo, llegar a ser su amo es más difícil. La mente es más sutil, de modo que ser su amo es más fácil. El cuerpo está más lejos de tu ser, de modo que hay una distancia mayor. Con la mente, la separación es menor.
En la India el método primitivo para preparar el cuerpo para la meditación era el Hatha Yoga. Llevaba tanto tiempo el preparar al cuerpo, que, a veces, el Hatha Yoga tenía que inventar métodos para prolongar la vida de modo que el Hatha Yoga pudiera ser continuado. Era un proceso tan largo que sesenta años podían no ser suficientes, setenta años podían no ser suficientes. Y ahí surge un problema: si en esta vida no se llega a ser el amo, entonces en la vida próxima tendrás que empezar desde el abc porque entonces tendrás un nuevo cuerpo. Se habrá desperdiciado todo ese esfuerzo. En tu próxima vida no tendrás una nueva mente, la vieja mente continúa, por eso todo aquello que se haya alcanzado a través de la mente seguirá contigo, pero todo lo que se haya alcanzado a través del cuerpo se perderá con cada muerte. Así, el Hatha Yoga tuvo que inventar métodos para prolongar la vida durante doscientos o trescientos años, a fin de que uno pudiera llegar a ser el amo.
Si se llega a ser el amo de la mente, entonces eres capaz de cambiar el cuerpo, pero la preparación del cuerpo pertenece exclusivamente al cuerpo. El Hatha Yoga inventó muchos métodos para que pudiera completarse el proceso, pero entonces se descubrieron métodos incluso más efectivos: cómo controlar directamente la mente,—el Raja Yoga. Con esos métodos el cuerpo puede ser de una cierta ayuda, pero no hay necesidad de ocuparse demasiado de él. De modo que los adeptos del Hatha Yoga han dicho que puede usarse el LSD, pero el Raja Yoga no puede decir que pueda usarse el LSD, porque el Raja Yoga no posee ninguna metodología para preparar al cuerpo. Emplea directamente la meditación.
A veces sucede—sólo a veces, en pocas ocasiones—que si obtenemos un vislumbre a través del LSD y no te conviertes en adicto suyo, puede que ese vislumbre desate una sed de buscar algo más. Así que probarlo una vez, está bien, pero llega a ser difícil saber dónde detenerse y cómo detenerse. El primer viaje está bien; viajar por una vez, está bien. Te vuelves consciente de un mundo distinto y entonces empiezas a buscar, empiezas tu búsqueda, debido a ello. Entonces es difícil parar. Este es el problema. Si eres capaz de parar, entonces ingerir LSD, por una vez, es bueno. Pero ese "si", es un si con mayúsculas.
Mulla Nasrudin solía decir que él nunca tomaba más de un vaso de vino. Muchos amigos ponían objeciones a su afirmación porque le habían visto tomar un vaso tras otro. El les dijo, "El segundo vaso se toma debido al primero. "Yo" tomo sólo uno. El segundo se debe al primero, y el tercero al segundo. Entonces yo no soy el amo. Solamente soy el amo respecto al primero, de forma que, ¿cómo voy a decir que tomo más de uno? "Yo" tomo solamente uno. ¡Siempre solo uno!"
Con el primero, tú eres el amo. Con el segundo, no lo eres. El primero te llevará al segundo y entonces eso seguirá sin parar; entonces deja de estar en tus manos. Empezar cualquier cosa es fácil porque tú eres el amo pero acabar cualquier cosa es difícil porque entonces tú no eres el amo. Así que no estoy en contra del LSD, y si lo estuviera, es con una condición. Esta es la condición: si puedes seguir siendo el amo, entonces está bien. Usa cualquier cosa, pero permanece siendo el amo. Y si no puedes seguir siendo el amo, entonces no te metas nunca en un camino peligroso. Nunca entres en él; será lo mejor.

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